En Ecuador: La estructura del Centro Logístico de Tía confirma que su vocación es optimizar los procesos de sus socios y mejorar la experiencia de compra de sus usuarios
Daniela Hill: El saldo de la crisis climática es más crítico de lo que se piensa; de ahí que la comunicación ambiental debe incluir al hombre en el centro
Rubén Lara: A través de la ‘Marca Ciudad’, se quiere llegar al 2027 al millón de visitantes internacionales, número que al momento asciende a alrededor de 687.000
El punto de vista está intrínsecamente atado a la mirada del autor, a su posición frente la realidad de ver los acontecimientos.
En el mundo actual:
El liderazgo de opinión ha pasado de ser una estrategia opcional a una necesidad
Por: Claudia Loaiza *
Hace poco, un ejecutivo me confesó en una reunión: “No me gusta hablar en público”. Su sinceridad era impactante, considerando que dirigía una empresa influyente. Sin embargo, su equipo lo veía como un líder nato. Esto plantea una pregunta crucial: ¿el liderazgo de opinión está reservado solo para quienes dominan la oratoria? La respuesta es un rotundo no. El liderazgo intelectual no se trata únicamente de hablar bien, sino de tener algo valioso que decir y proyectarlo estratégicamente.
El liderazgo de opinión ha pasado de ser una estrategia opcional a una necesidad en el mundo actual. Es la capacidad de influir en la conversación pública a través del conocimiento, la experiencia y la autenticidad. Según un informe de Edelman Trust Barometer, el 64 % de los consumidores confían más en una empresa cuyo CEO es percibido como líder de opinión. Esto resalta la importancia de que los líderes no solo gestionen, sino que también comuniquen su visión y conocimientos de manera efectiva.
Para consolidarse como un líder de opinión, es fundamental identificar una “chispa”, es decir, un área de expertise o una causa que genere una conexión genuina con la audiencia. No se trata de vender productos o servicios, sino de compartir ideas que inspiren y generen conversación. Muchos líderes exitosos, como Satya Nadella de Microsoft, han basado su liderazgo en una narrativa clara y convincente sobre el futuro de la tecnología y la inteligencia artificial.
No todos los líderes tienen habilidades naturales para hablar en público, pero esto no significa que no puedan proyectar su influencia. Existen diversas maneras de posicionarse, desde artículos en LinkedIn y colaboraciones en medios hasta podcasts o intervenciones en conferencias. La clave está en encontrar el canal adecuado según la personalidad del líder. Jeff Bezos, por ejemplo, ha sido más efectivo con escritos y entrevistas estratégicamente seleccionadas, mientras que Simon Sinek ha construido su reputación a través de charlas motivacionales.
Un aspecto esencial del liderazgo de opinión es la conexión con la audiencia. Más allá de compartir información, los líderes deben generar empatía y confianza. Una manera de lograrlo es a través de la narración de historias personales. Un líder que comparte sus fracasos y aprendizajes crea una relación más auténtica con su público. En una charla TED, Brené Brown habló sobre la vulnerabilidad como fortaleza, transformando su discurso en un fenómeno viral y consolidando su autoridad en temas de liderazgo y desarrollo personal.
Finalmente, quienes aspiran a convertirse en líderes de opinión deben tener paciencia y constancia. No se trata de un sprint, sino de una carrera de fondo. Construir una reputación lleva tiempo, pero con una estrategia clara, autenticidad y persistencia, cualquier profesional puede posicionarse como una voz influyente en su industria.
Tips para fortalecer tu liderazgo de opinión
Para aquellos que aún sienten que el liderazgo de opinión no es para ellos porque no son "buenos hablando", a continuación, unas recomendaciones:
1. Encuentra tu nicho: Especialízate en un tema donde tengas experiencia y puedas aportar valor.
2. Elige el canal correcto: Si no te sientes cómodo hablando en público, opta por escribir artículos, participar en podcasts o hacer publicaciones en redes.
3. Comparte experiencias reales: No temas contar tus desafíos y aprendizajes, eso genera confianza.
4. Aporta soluciones, no solo ideas: Ofrece consejos prácticos y aplicables para que tu mensaje tenga impacto real.
5. Mantente actualizado: Investiga, aprende y comparte insights relevantes en tu sector.
6. La constancia es clave: No se construye una reputación de la noche a la mañana. Comparte contenido con regularidad y mantente presente en la conversación.
(*) Presidenta de LC Loaiza Comunicaciones, Capacitadora en Media Training y Docente en Comunicación y Medios.
En Ecuador:
El 2025 no es el año del milagro; es el periodo en que todos asumimos el reto de transformar, con responsabilidad compartida
Por: Juan Carlos Alarcón Galarza *
El 2025 no será un periodo más. Persistirán retos, sin duda. Por lo cual, lograr estabilidad no es la meta final, sino el punto de partida hacia metas más ambiciosas. La inversión del Sector Público debe orientarse hacia áreas que generan impacto: conectividad, justicia, salud, formación técnica y seguridad ciudadana. Y es ahí donde el capital privado debe comprometerse: financiando, innovando, creando empleo, asumiendo riesgos.
Por sí sola, la inversión estatal resulta insuficiente. Es urgente ampliar la participación privada mediante esquemas de cooperación eficaces. No se trata de privatizar, sino de construir asociaciones inteligentes. Casos como el de Colombia y su sistema de autopistas 4G -que canalizó más de $ 20,000 millones sin transferir la propiedad de los activos- demuestran que estos modelos funcionan. Engel, Fischer y Galetovic (2014) lo respaldan: con regulaciones adecuadas, se puede atraer capital sin exponer al Estado a contingencias fiscales.
Delegar no implica ceder. Significa multiplicar. Cada dólar del Sector Privado destinado a infraestructura, servicios de salud o redes digitales, permite al Estado redirigir sus recursos hacia necesidades sociales.
Para asegurar sostenibilidad, se podría crear un Fondo Soberano de Inversión Productiva, con el propósito de canalizar excedentes fiscales, utilidades extraordinarias o ganancias de empresas estatales hacia proyectos de largo plazo. Tal como lo hicieron Noruega y Chile, Ecuador puede implementar este instrumento. Truman (2008) subraya que estos mecanismos, bien diseñados, transmiten señales de madurez económica y fortalecen la credibilidad externa.
Ese fondo permitiría financiar energías limpias, educación técnica, logística rural y ciencia aplicada al agro. Todo, bajo criterios de independencia técnica, transparencia y metas verificables. Se requieren organismos que proyecten el país a 20 años, no a seis meses.
“Adaptar no es precarizar”
Otro tema crucial es el laboral. Se ha iniciado una discusión sobre la necesidad de actualizar el marco legal en esta materia. Se ha priorizado el empleo por sobre ideologías. Adaptar no es precarizar; es integrar. Actualmente, más del 52 % de la población activa opera en condiciones informales. Las normativas vigentes responden a un modelo caduco: industrial, urbano, masculino y centralizado. Levy (2018) expone que marcos laborales rígidos en América Latina perpetúan la informalidad, merman la productividad y desalientan la inversión.
Se requieren contratos flexibles, sistemas proporcionales de seguridad social, plataformas tecnológicas que faciliten la cotización de trabajadores independientes y freelancers. También se necesita un empresariado dispuesto a priorizar la inclusión sobre la comodidad.
Simultáneamente, debemos abordar el tamaño del aparato público. Actualmente, 488.008 funcionarios generan una masa salarial superior a $ 9,339 millones anuales, uno de los componentes más inflexibles del presupuesto nacional. Reducir su dimensión no significa debilitarlo, sino fortalecer su eficiencia e impacto.
Una disminución del 20 % en dos años -10 % mediante la no reposición de vacantes, 10 % a través de ajustes en altos mandos y duplicidades- liberaría aproximadamente $ 1,867 millones anuales. Este monto permitiría potenciar cinco frentes esenciales: capacitar a más de 200.000 jóvenes por año, mejorar el sistema penitenciario, ampliar infraestructura rural, dotar de recursos al fondo soberano y reducir el endeudamiento externo. Así lo plantean Dunleavy y Hood (1994): un Estado moderno digitaliza, descentraliza, evalúa resultados y profesionaliza su administración.
En síntesis, corresponde, asimismo, al sector empresarial responder con propuestas, recursos y visión, porque si el Sector Privado no acompaña, nos estancamos. Pero, si trabajamos juntos, Ecuador puede alcanzar ese anhelado salto de desarrollo. 2025 no es el año del milagro. Es el periodo en que todos asumimos el reto de transformar, con responsabilidad compartida.
(*) Profesor de Dirección Financiera en IDE Business School.
Ante el desarrollo tecnológico:
La IA tiene el potencial de transformar la educación para mejor, pero solo si la utilizamos considerando los derechos y necesidades de los estudiantes
Por: Paola Moya Peralta *
El desarrollo tecnológico avanza a pasos agigantados en el mundo y dentro de estas transformaciones digitales, la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en la aliada perfecta para millones de personas en el mundo.
En la actualidad, la IA es una tecnología clave en todo tipo de industrias, negocios e instituciones. Dentro del ámbito educativo está aún en exploración de su potencial total, no obstante, su presencia es innegable; se manifiesta en chatbots como asistentes para los estudiantes, automatización de tareas administrativas para docentes y sistemas en línea para aprendizaje.
La particularidad de una Inteligencia Artificial Generativa como ChatGPT es que no se limita a dar una respuesta automatizada a una pregunta, emplea un sistema de aprendizaje capaz de interpretar lo que se le ordena y crear contenido único y nuevo.
Muchos estudiantes utilizan esta herramienta tecnológica como aporte para hacer sus tareas, copiar exámenes a distancia, entre otras actividades, sin embargo, ahora ya existen programas antiplagio que detectan textos con IA.
Desde la perspectiva de Continental University of Florida, la Inteligencia Artificial y la tecnología van mucho más allá, facilitan la gestión educativa, mejoran la eficiencia de los sistemas de gestión del aprendizaje, permiten realizar un seguimiento del rendimiento de los estudiantes en tiempo real y personalizar los planes de estudio.
Además, la Inteligencia Artificial está jugando un rol crucial para enfrentar la crisis de aprendizajes, en especial de las habilidades fundamentales como lengua y matemáticas. También se están desarrollando proyectos que unen la IA con juegos de realidad virtual, para mejorar la lectoescritura en niñas y niños con dislexia, lo que a su vez tiene un impacto en la inclusión educativa y avanzan iniciativas que promueven el aprendizaje de lenguas originarias como quichua, gracias a bots conversacionales y a recursos educativos digitales.
El uso de Inteligencia Artificial, asimismo, tiene la capacidad de transformar los sistemas de evaluaciones hacia uno más personalizado, en el que el estudiante pueda realizar una autoevaluación y que el sistema le devuelva información al instante sobre qué contenidos necesita fortalecer y dónde encontrar material para lograrlo.
Los sistemas de tutoría inteligentes pueden adaptarse a las necesidades de aprendizaje de cada estudiante, promoviendo un aprendizaje más efectivo, personalizado, y atractivo.
Las aplicaciones de la Inteligencia Artificial y algoritmos pueden realizar un seguimiento del rendimiento de los estudiantes en tiempo real, proporcionando una retroalimentación inmediata que puede mejorar la comprensión y retención de la información. Los sistemas de IA pueden adaptarse a las necesidades de todos los estudiantes, independientemente de su nivel de habilidad, antecedentes o capacidades físicas o intelectuales, teniendo así un impacto de la Inteligencia Artificial positivo en la igualdad educativa.
La IA puede identificar a los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela y proporcionar intervenciones tempranas, contribuyendo a mejoras del rendimiento académico y al éxito de cada programa de estudio.
En síntesis, este es un reto para los actuales maestros; el avance tecnológico nos obliga a actualizarnos. “Las personas que no sepan utilizar Inteligencia Artificial van a ser los próximos desempleados; si no sabes utilizar como básico ChatGPT, si no sabes hacer un prompt, no vas a surgir, porque va a haber otra persona que lo sepa hacer y a esa persona la van a contratar”.
La Inteligencia Artificial está cambiando muchas cosas, incluso el estilo de vida, transformando las vidas de las personas, sus costumbres; los pequeños están creciendo ya con Inteligencia Artificial como parte de su vida.
Como recomendación de Continental Unviersity of Florida, la IA tiene el potencial de transformar la educación para mejor, pero solo si la utilizamos con cuidado y consideración por los derechos y necesidades de todos los estudiantes.
(*)Docente de la Maestría en Innovación Educativa en Continental University of Florida.
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