Miguel de la Torre: luego de la pandemia, la presencialidad obliga a las empresas a ‘devolverse’ en su estrategia para crecer en circunstancias desafiantes
Sonia Yánez: si un Gobierno no tiene un verdadero estratega de comunicación de crisis va a afectar sus índices de confianza, productividad y reputación
El punto de vista está intrínsecamente atado a la mirada del autor, a su posición frente la realidad de ver los acontecimientos.
Para adaptarnos al cambio y evitar la crisis, hay que rediseñar nuestro portafolio de competencias
Por: Servio Correa Macías *
Cuando los de mi generación (los afectos a clasificar las cosas nos dicen Generación X) éramos jóvenes normalmente acudíamos a un local de arrendamiento de películas para solicitar el último estreno; las políticas de cada local variaban, pero, en general, el cliente dejaba la cédula o algún dinero en prenda y podía llevarse la película a su casa en un “moderno” formato Beta o VHS; luego regresaba la película y quizás se llevaba una distinta a casa.
Otro de los entretenimientos intergeneracionales ha sido desde siempre ir a la playa; recuerdo que cuando iba a ella, poníamos el rollo (si usted es un millennial no se preocupe si esto le suena raro) en la cámara y se procedía a presionar el botón hasta que este (el rollo) se acabara; posteriormente lo llevábamos a un centro de revelado y luego de varios días nos entregaban las fotos impresas.
Algunos años después, si queremos ver una película solo tenemos que prender el televisor, el celular o la tablet y, con un pago mínimo, tenemos miles de títulos a nuestra disposición; si queremos tomar fotos solo sacamos nuestro celular y podemos compartir estas imágenes en tiempo real con cualquier amigo en cualquier lugar del planeta.
¿Qué ha pasado? Sencillamente las cosas cambiaron y eso significó para algunos una crisis que los dejó sin trabajo (los técnicos de revelado, por ejemplo) y para otros, mayores facilidades y diversión.
El cambio es la transición de un estado a otro; la crisis es la ruptura de la cotidianidad, el cambio se convierte en crisis cuando no estamos preparados; un cambio es, por ejemplo, que la tecnología mejore y en lugar de que los consumidores tengan que llevarse una película a su casa puedan prender su televisor y verla sin ningún problema; crisis es cuando esa tecnología no la tengo yo y sí la competencia; cambio es que las cámaras digitales y celulares me ahorren el tiempo de revelado, crisis es cuando lo único que sé hacer es revelar rollos fotográficos.
Podemos decir entonces que una crisis es un cambio inesperado luego del cual las cosas no serán como antes, es la interrupción de un proceso, la ruptura de la cotidianidad… ¿otro ejemplo? …en algún lugar del mundo alguien se toma una sopa de murciélago y unos meses después nadie en el planeta puede tener una vida normal.
Lo importante es adoptar una actitud de alerta ante los cambios que se nos puedan presentar, quedarnos quietos no nos protege; algunos pueden pensar “si me quedo quieto no va a pasar nada y estaré a salvo de este mundo que se mueve tan rápido” pero en la actualidad si decide quedarse quieto también ha decidido cambiar…pero cambiar para peor.
En una especie de ignorancia consciente tratamos de pensar que las cosas no evolucionan, no varían, pero el cambio también afecta nuestra vida profesional; nuestros conocimientos y habilidades tarde o temprano quedarán obsoletos, lo que sabemos podría ya no servirnos, lo que aprendimos en la universidad no nos será útil; hay una ruptura entre nuestras competencias profesionales y lo que la sociedad necesita; por decirlo de alguna manera, podemos llegar a ser los nuevos técnicos de revelado en un mundo de celulares y cámaras digitales.
Si usted aspira a cierta estabilidad debe entrar en un proceso de evolución permanente, recuerdo que Jack Welch, ex CEO de General Electric, dijo alguna vez “si el mundo cambia más rápido que tu empresa, el final está cerca”; me parece que lo mismo sucede con los profesionales, debemos capacitarnos continuamente, innovar la manera en que brindamos nuestros servicios, ya sea que lo hagamos de forma independiente, emprendamos un negocio o seamos empleados en una empresa.
Claro está que eso podría poner una presión adicional sobre nuestras vidas personales, pero el cambio y la evolución son leyes de la naturaleza, la naturaleza es esencialmente insegura; lo que ahora es inmutable, fijo y cierto antes fue cambio y evolución rodeada de incertidumbre; las “normalidades” de hoy fueron los cambios ayer y los cambios de hoy serán las “normalidades” de mañana.
Tomemos el caso de su profesión, probablemente si está ligada al campo de la informática o de la tecnología, esta no existía hace 15 o 20 años; y lo mismo sucede con las clásicas profesiones relacionadas con los negocios; antes era suficiente con estudiar administración de empresas para gerenciar una organización, ahora cuenta con un amplio abanico de posibilidades, puede escoger estudiar carreras de marketing, finanzas, talento humano, entre otras; hay además profesiones relativamente nuevas como el coaching, el marketing digital, el growth hacking manager o la telecirugía.
Para adaptarnos al cambio y evitar la crisis hacemos nuestra propia combinación de conocimientos; rediseñamos nuestro portafolio de competencias para fortalecer la carrera profesional. He visto profesionales de marketing haciendo posgrados de administración de empresas y profesionales en administración de empresas haciendo posgrados de marketing; nos movemos de especialistas a generalistas y de generalistas a especialistas, y así poco a poco tratamos que el ritmo del cambio en nuestros conocimientos no se vea sobrepasado por el ritmo del cambio del mercado laboral.
Un profesional debería invertir su tiempo en hacer un análisis de cuáles serían sus puntos fuertes y sus debilidades; de hecho, sería conveniente realizar un FODA personal y luego enriquecerlo y contrastarlo con las opiniones de gente que lo estime y que pueda ser objetiva; eso daría un punto de partida para la elaboración de un plan de desarrollo de su carrera.
Siempre he escuchado que la gente odia el cambio y trata de mantenerse en su zona de confort, puede ser que sea cierto en alguna medida pero hay que tomar en cuenta que la humanidad ha progresado gracias a una actitud de continuo aprendizaje; pasamos de las cavernas a edificios inteligentes, de señales de humo a celulares y de carretas a vehículos espaciales; hemos lidiado con el cambio desde que existimos, el problema realmente se da cuando no le vemos sentido al cambio, cuando no podemos determinar cuál es la oportunidad que nos trae y cuando no tenemos las habilidades para hacer esa transición; cada profesional es el CEO de la empresa más importante que es su vida; recuerden…no hay crecimiento sin cambio…aprovechémoslo para avanzar.
(*) Director de Proyectos Educativos Institucionales de la UCSG; Experto en Competencias Directivas, Comunicación y Marketing (www.serviocorrea.com).
Frente al 2020:
Las conexiones de la tecnología 5G registraron un crecimiento del 139% en el 2021
Por: Xavier García Bustamante *
El 2021 fue el año de la expansión vertiginosa de la tecnología 5G en todo el mundo. Según datos de la consultora internacional Omdia, las redes de este tipo llegaron a 521 millones de conexiones a diciembre pasado, cuando en el 2020 la cifra fue de apenas 218 millones. Un crecimiento exponencial que se mantiene en el presente año y hace prever más de 4.800 millones de conexiones para el 2026. De ese total, se estima que el continente americano representará el 17% de participación.
De acuerdo a una investigación realizada por PULPO (https://pulpo.ec/), empresa ecuatoriana de programación y desarrollo de software a medida, el avance de la red 5G es un gran paso para varias regiones del planeta que ven en esta tecnología la oportunidad para potenciar al máximo las telecomunicaciones y la transformación digital, gracias a la hiperconectividad que enlaza largos volúmenes de datos a alta velocidad en tiempo real.
Hasta el 2021, la quinta generación de tecnologías móviles estaba disponible comercialmente en 58 países, de acuerdo con un informe de la GSA (Global Mobile Suppliers Association). En nuestro continente, Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina han tomado la delantera en este camino. Mientras que en otras latitudes, los países europeos han desarrollado de forma importante este mercado.
Ecuador no consta en este listado, pues desde el 2019 hasta el momento las empresas operadoras solo han realizado pruebas piloto de la tecnología, reconoce Patricia Falconí, Directora Ejecutiva de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel). La razón para esta larga espera no es de ámbito técnico. “Los operadores estamos a la espera de reformas regulatorias que permitan facilitar el uso de espectro temporal para este tipo de usos”, explica Falconí.
La tecnología 5G requiere un amplio espectro radioeléctrico, por ello, se debe facilitar por lo menos 100 megahertz de espectro por cada operador en banda media, es decir, de 3.5 GHz.
Además, las empresas operadoras esperan una revisión de las tarifas por uso de espectro radioeléctrico, más aun considerando las inversiones intensivas de capital que requiere el desarrollo de la tecnología.
“La renovación de las concesiones será clave para dar un horizonte suficientemente amplio de seguridad jurídica a la inversión”, agrega la Directiva de Asetel.
Según la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel), hasta febrero de este año, había 16'905.838 líneas activas de servicio móvil avanzado en Ecuador. Esta cifra representa una densidad del 93,97%. Esto demuestra una importante recuperación tras el fuerte impacto de la pandemia por Covid-19 en nuestro país. En junio de 2020, en los primeros meses de la emergencia sanitaria, la densidad bajó a 85,86% (14,8 millones de líneas).
Del total de líneas actuales, más de 10 millones cuentan con Internet móvil, una tendencia creciente que se mantiene en los últimos años. Solo entre el 2020 y 2021, se sumaron 500.000 nuevos usuarios.
El Internet fijo también registra un comportamiento positivo. En diciembre, se contabilizaron 2,4 millones de cuentas activas, de acuerdo con datos de la Arcotel. Las cifras demuestran el crecimiento digital de la población ecuatoriana, lo cual se acentuó con la pandemia, debido a la modalidad virtual del trabajo, la educación y otras actividades como la medicina.
Esta conclusión se confirma con la última encuesta de tecnología de la Información y Comunicación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la cual señala que el 70,7% de los habitantes de nuestro país usó Internet en 2020. Un incremento del 11,5% en comparación con el 2019.
(*) Director de Tecnología de PULPO (Blog: PulpoEc).
A nivel de las Relaciones Públicas:
El storytelling permite a las marcas y organizaciones humanizarse y, por ende, conectarse con las emociones de la audiencia
Por: Marcela Becerra *
El poder del storytelling en las Relaciones Públicas es innegable. Contar historias efectivas permite a las empresas transmitir su mensaje de una manera más emocional, atractiva y memorable. Al identificar los valores y la misión de la empresa, se puede construir una historia auténtica que resuene con la audiencia.
Esto, ya que el storytelling es el arte de contar, desarrollar y adaptar historias utilizando elementos específicos, ya sea personajes, ambiente, conflicto y un mensaje, en eventos con inicio, medio y fin, para transmitir un mensaje de forma inolvidable al conectarse con el lector a nivel emocional.
En otras palabras, “Las historias tienen el poder de captar la atención del público y generar una conexión emocional. A través de personajes, conflictos y resoluciones, se puede involucrar a la audiencia y hacer que se identifiquen con la narrativa presentada. Esto ayuda a fortalecer la relación entre la empresa y su público objetivo”.
A diferencia de simplemente presentar datos o estadísticas, el storytelling permite a las empresas comunicarse de manera más efectiva, ya que las historias son más fáciles de recordar y comprender. El público se involucra a un nivel más profundo, lo que aumenta la probabilidad de que recuerden el mensaje y lo compartan con otros.
Además, “el storytelling permite a las marcas y organizaciones humanizarse. Al presentar historias auténticas y relevantes, las empresas pueden mostrar su lado humano y conectar con las emociones de la audiencia. Esto ayuda a construir relaciones más sólidas y duraderas con los stakeholders, lo que a su vez fortalece la reputación de la marca”.
En definitiva, el storytelling es una herramienta poderosa en las Relaciones Públicas; permite a las empresas comunicarse de manera efectiva, generar conexiones emocionales y fortalecer su imagen y reputación. Al contar historias auténticas y relevantes, las relaciones públicas pueden dejar una huella duradera en la mente del público objetivo.
Por consiguiente, hay que tener presente que los Asesores de Comunicación ayudan a las empresas y entidades a mejorar su visibilidad, a conectar con sus clientes y crear relaciones duraderas con sus públicos, a través del marketing digital y la comunicación corporativa para que puedan convertirse en organizaciones más competitivas. Sin olvidar que implementan estrategias integrales de comunicación en todo el país e incorporan planes a corto, mediano y largo plazo, según las necesidades de los clientes.
(*) CEO de la Agencia de Comunicación Prnews.
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